Santifíquese ¡El Señor hará maravillas!
Y Josué dijo al pueblo: Santifíquese ¡El Señor hará maravillas! (Josue 3:5) preparate para que Dios te santifique en alma y espíritu.
Hoy vamos a capturar lo que el espíritu de Dios está haciendo. El Señor ya nos ha introducido en una nueva temporada, una temporada de cumplimientos, el Espíritu Santo nos dice hoy: “Prepárense porque lo mejor está por venir”.
Entendemos que Dios es el que establece los tiempos, y que la palabra de Dios es la que determina lo que tu y yo vamos a vivir, es el la voluntad de Dios y en el tiempo de Dios que vamos a vivir esa vida abundante que nuestro Señor Jesucristo compró por nosotros en la Cruz del Calvario. Pero tenemos que escuchar su voz y tenemos que obedecer.
Cuando vemos en el libro de Josue que llegó el tiempo de Dios introducirlos a la tierra prometida, Dios hizo aquel milagro extraordinario de abrir las aguas “otra vez”, entonces él abrió las aguas del Río Jordán y los introdujo a la tierra de la promesa, pero al ellos entrar en esa nueva temporada su forma de vivir iba a cambiar completamente porque en el desierto ellos habían conocido al Dios que los protege, el Dios que provee, que les habla que los cuida, pero para poder funcionar y poder vivir el propósito de Dios en la tierra prometida, ellos tenían que entran en su verdadera identidad.
Lectura biblica de esta palabra:
La circuncisión y la pascua en Gilgal
5 Cuando todos los reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos los reyes de los cananeos que estaban cerca del mar, oyeron cómo Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no hubo más aliento en ellos delante de los hijos de Israel.
2 En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel. 3 Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot.[a] 4 Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto. 5 Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado. 6 Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que todos los hombres de guerra que habían salido de Egipto fueron consumidos, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel. 7 A los hijos de ellos, que él había hecho suceder en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino.
8 Y cuando acabaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron. 9 Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal,[b] hasta hoy.
10 Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. 11 Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. 12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Josué 5: 1-10
Josué y el varón con la espada desenvainada
13 Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? 14 Él respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? 15 Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
Josué 5:13-15
El predicador Dr. Sidney Morales nos insta a tener un corazón puro delante de Dios, dejando el pasado, la culpabilidad, los mantos de rechazo, las heridas, para que Dios te santifique en alma y espíritu ya que estás al otro lado del río. ¿Qué te puede detener? Mira esta predica completa en el siguiente video.
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